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¿Estamos preparados para un desastre?

 Apaxco se encuentra en una zona geográfica muy conveniente, pues está libre de cataclismos naturales, no hay nada natural que nos ponga en peligro, sin embargo, hemos sido nosotros mismos quienes nos ponemos en riesgo.

La madrugada del 7 de abril de 2013, se registró una explosión de la empresa ATC, dedicada a la fabricación de agroquimicos y fertilizantes, la cual se encuentra en el parque industrial de Atitalaquia en el Estado de Hidalgo, (ubicado a 11 km de Apaxco), dicha explosión movilizó avarias familias de las colonias del Dendhó, Cardonal, 18 de Marzo, Tlamaco y Bojay, todas del municipo de Atitalaquia.

Del mismo modo fueron evacuados habitantes de las comunidades de Progreso y Bóvedas, del municipio vecino de Atotonilco de Tula, debido a que la empresa que sufrió el siniestro se ubica a escasos metros de estas colonias, para ser instalados en albergues temporales en las zonas conocidas como Tablón y el Auditorio de San Miguel Xingu en el mismo municipio de Atitalaquia.

El peligro que vivió la gente fue no sólo a causa de los daños propios de la explosión, sino de la nube toxica que se formo debido a los químicos con los que se trabaja.


Explosión en Atitalaquia 7 de abril 2013


Si recordamos muchas de esas personas se trasladaron a los municipios de Apaxco y Huhetoca, lo que nos hace preguntarnos a casi más de dos años ¿Qué ha cambiado? ¿Estamos ya preparados los municipios de la región para hacer frente a este tipo de incidentes?


Tristemente la respuesta es no, no existen simulacros en las escuelas, en las zonas de trabajo o de concentración urbana frente a este tipo de incidentes, además de ser pocas las empresas que trabajan con estos materiales peligrosos, quienes capacitan a sus empleados.


Aunque es muy valido que en la región se hagan simulacros contra sismos, es ilógico que las autoridades de todos los municipios no hagan simulacros de prevención o evacuación, además de no estar coordinadas en caso de accidentes de esta magnitud y más al estar ubicados en un corredor industrial, donde inevitablemente existe una posibilidad de un desastre. 

Si algo nos ha enseñado la Historia es que lo peores desastres ocurren cuando la gente cree que no pueden pasar.

Opinión del editor

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